Container Icon

Seguidores

DE UN LERDO Y DE MI LELO

Aqui estoy de nuevo aunque no para contarles una feliz noticia. Lo cierto es que esta semana he ido de cabeza. Como ya les relaté, tuve la infeliz suerte de volver a encontrarme con el cabestro. Lo cierto es que la visión de tamaño lerdo, a pesar del tiempo transcurrido, me provocó la misma desazón, disgusto y asco a partes iguales, que cuando tenía que convivir con él. Le seguían saliendo los mismos asquerosos pelos de las orejas y de los orificios nasales. ¡Que digo yo¡, con las horas que se pasa frente al televisor, bien podría seguir los consejos de belleza que dan para los hombres. ¡Que se yo¡, quizás recortarse esos pelanganos negros de las narices y no digamos los de las orejas, que parece un hombre lobo pero sin el magnetismo. Tentada estuve de enviarle un kit de esos de la teletienda, esos que anuncian para recortar los pelos y adecentarse un poco, pero desistí. Solo de pensar en el grosor de la mata peluda que le sale por todos sus asquerosos orificios me hizo entender que no hay  aparato tecnológico que aguante tremendo trabajo.  A buen seguro las cuchillas acabarían destrozadas y él con la misma pelambrera nauseabunda.

El caso es que mi negativa a mantener relaciones con semejante cabrón no solo no le hizo desistir sino que, por alguna extraña razón, lo enardeció. Quizás fuese su ego  machista maltrecho o su educación franquista, esa que dice que cuando una mujer dice no quiere decir si porque no pueden soportar que lo rechacen. Sea como fuere se me ha presentado en Boyullos. Así, sin más y sin avisar. Pretendió que le diese cobijo en mi casa y entre mis piernas y esto fué más de lo que pude soportar.

Cuando lo vi frente a mi puerta, intenté mantener la compostura y la buena educación. No era cuestión de darle a las vecinas motivos para chismorrear, así que le ofrecí un café porque una, será lo que sea, pero educación y saber estar tengo un rato. En buena hora. El muy hijoputa confundió el culo con las témporas. Vamos, que yo le ofrecí un café y el se imaginó que el café era yo y se empeñó en mojar la porra, los churros y rechupetear la taza.  Aprovechó que estaba poniendo la cafetera al fuego para agarrarme por detrás y levantarme las faldas. No se ni como ocurrió y como pudo, con ese pedazo barrigón, agarrarme tan deprisa. Se movió como un felino porque, cuando me quise dar cuenta, ya me tenía sobre la mesa tumbada boca abajo y amarradas las manos. El muy cerdo no dejaba de decirme: ¡Salustiana, siempre has sido buena hembra. Te voy a dar lo que me andas pidiendo, que te lo vi en los ojos en el entierro¡¡¡

Sobra decir el estado de terror en el que me sumí por unos instantes, los suficientes para que tremendo cerdo tuviese tiempo de bajarse la cremallera y dejarme el culo al aire. Por un momento me faltaron las fuerzas y me sentí desfallecer pero fué suficiente sentir su asqueroso aliento en mi oreja y notar como me la babeaba  para levantarme con tal ímpetu que hasta el se quedó perplejo. Allí, con aquella tremenda panza peluda, los pantalones bajados hasta las rodillas y con aquel colgajo entre las piernas. No se porqué pero me dió un ataque de risa. Ya se pueden imaginar ustedes. Le dije de todo menos bonito.

Creo que si le hubiese arreado con la cafetera en la cabeza no le habría herido tanto como mis carcajadas. "Hijo mío - le dije- resultas patético. No te haces una idea los machos que me montan todos los días y a los que monto yo. Cuerpos duros y bien puestos que, lejos de tumbarme sobre una mesa a traición, me cogen en vilo y me montan sobre ellos sin más sujección y fuerza que sus propias piernas. Tu no sabes lo que es que te agarren y te sujeten así, con esa fuerza y esos bríos. Tu bastante tienes con intentar que se te levante el gusano asqueroso que te cuelga. Si hasta los huevos se te han descolgao ya. ¡Y que huevos más feos tienes por dios. Tan feos como tu cara¡¡¡

El caso es que, el muy arrastrado, salió de mi casa con la cara encendida y amenazandome con que aquello no iba a quedar así. Que igual que se había quedado con mis hijos (bendito momento) se quedaría con todo lo mío. El muy subnormal, entre improperios y desatinos, amenazó con solicitar la custodio de los cerdos por ser bienes gananciales o no se que historias. Se fué derechito al cuartel de la Benemérita y allí, un joven muy educado, le hizo entender que los cerdos no son susceptibles de ser pedidos en custodia compartida ni única y que, además, yo los había adquirido una vez me había divorciado y, por lo tanto, no había peras que partir. Esto me lo contó el joven en la intimidad de mi cuarto, porque muy amablemente vino a contarme lo sucedido y yo, en agradecimiento a su buen hacer, le correspondí con lo poco que tengo, o sea, mi cuerpo serrano, que es de bien nacidos ser agradecidos.

Lo que si he de confesarles es que me arrepiendo de haber afirmado tan categóricamente que yo nunca me mezclaría con la Benemérita. Al menos este lo dió todo por la Patria, y cuando digo todo es todo. Lo úncio que lamente es que, mientras yo me revolcaba con el mancebo, el repugnante de mi ex consumaba su venganza entrando a mis cochiqueras y llevándose a mi cerdo más querido, a mi Lelo. Y ahora ando sumida en una gran tristeza, moviendo todas mis influencias para localizar a mi pobre puerco que debe estar sufriendo lo indecible en manos de semejante bestia parda.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

5 comentarios:

la cova de la collita dijo...

!!manda foto de LELO y otra del cerdo que ya me encargo yo de empapelar mi pueblo por si los ha visto alguien ¡¡¡

Obdulio de Oklahoma dijo...

Los pelos en las orejas pueden ser vellos muy bellos, como las arrugas de bellos. Una polla arrugadita también es bella porque incita a la ternura. "¡Ay, mi pollita rica, que te la voy a poner dederechita yo!... Hay flaccideces conmovedoras y penes muy retráctiles que luego dan sorpresa en en el estiramiento. Yo sigo estirándomela con la imaginación porque tengo una imaginación muy febril.
Ultimamente conservo los pelitos de las orejas porque perdí la tijera con la que los cortaba y he comprado otra en el chino que no corta bien, por eso quiero imponer la moda de los pelillos orejiles. Y a mi que se me hacía conocido el dorso del señor de la foto de abajo. Pues ya he caído en la cuenta. La foto de ese "oso hermoso" corresponde a una secuencia de una vieja película de Alfredo Landa que fue censurada por las tijeras de la censura franquista. (¿Lo ve?, esa es otra de las razones por las que he empezado a rechazar las tijeras) Ahí tiene usted a Alfredo Landa en toda su hermosura natural, varonil y velludo como él solo. Un culo sin pelos no es un culo, oiga. Propongo un gran concurso a nivel nacional: Eleción de Mister Culo Velludo. Seguro que hay sobrados candidatos para dar realce y boato al evento. El trofeo consistiría en una estatua de bronce (ni de oro ni de plata por la cosa de la crisis) representando el culo super piloso de Alfreso Landa. ¿A que no es mala idea?
¡Besos a sus cerdos encantadores y a vos!

Juan Luis Sánchez dijo...

Doña Salustiana:

Nos ha dado usted un disgusto con lo de la desaparición de Lelo. ¡Es que hay gente que se toma fatal como su ex no estar a la altura en cuanto al tamaño del pene se refiere! Si todos los que no estamos bien dotados fuéramos robando por ahí las pertenencias de la gente en busca de venganza, la guardia civil no pararía de trabajar todo el día. Estamos pendientes de sus escritos para ver si aparece el cerdo. ¡Un abrazo, señora y a seguir bien!

Marcelo dijo...

Es mejor que falte un cerdo afuera y no que sobre uno adentro. Salud, hermosa Salustiana!

la cova de la collita dijo...

Una cosa es que desaparezac el LELO y otra que desapaezca uste señora porquera,hay que actualizar, hay que ACTUALIZAR, Y SI NO APARECE EL LELO, pos na se llora un poco y yasta, pero esto esta mu parao porquera.

Ala ya hedajao mimierda

AGUSTIN